RAMÓN De BAÑOS: Un Pionero Del Cine Mudo Español.

El cine mudo es una forma de expresión artística que se basa en la imagen y el movimiento, sin el uso del sonido. Aunque hoy en día nos parezca algo lejano y anticuado, el cine mudo fue el origen de todo el arte cinematográfico que conocemos y disfrutamos. Entre los muchos profesionales que contribuyeron al desarrollo del cine mudo, hay uno que destaca por su talento y su innovación: Ramón de Baños.

Ramón de Baños nació en Barcelona en 1890, en el seno de una familia aficionada a la fotografía. Desde pequeño, mostró una gran habilidad para captar y componer imágenes, y pronto se interesó por el cine, que era una novedad en aquella época. Junto con su hermano mayor, Ricardo de Baños, empezó a realizar sus primeras películas documentales, que le valieron el reconocimiento de los expertos y del público.

En 1911, Ramón de Baños fue contratado por un empresario brasileño para rodar una serie de documentales industriales y turísticos por toda Sudamérica. Allí, Ramón de Baños pudo experimentar con diferentes técnicas y escenarios, y ampliar su visión del mundo y del cine. Sin embargo, una enfermedad le obligó a regresar a Barcelona, donde se asoció definitivamente con su hermano Ricardo.

Los hermanos Baños fundaron su propia productora, Royal Films, y se dedicaron a realizar películas de ficción, inspiradas en obras literarias, históricas o legendarias. Ramón de Baños se encargaba principalmente de la dirección de fotografía, es decir, de la iluminación, el encuadre, el enfoque y el movimiento de la cámara. Su trabajo era esencial para crear la atmósfera, el ritmo y el estilo de cada película.

Entre las obras más destacadas de los hermanos Baños, se encuentran La vida de Cristóbal Colón y el descubrimiento de América (1916) y Don Juan Tenorio (1922). Estas películas fueron auténticas superproducciones para la época, con grandes escenarios, vestuarios, efectos especiales y multitud de extras. Ramón de Baños demostró su maestría en el uso de la cámara, con planos generales, primeros planos, travellings, panorámicas y otros recursos que enriquecían la narración y la expresividad de las imágenes.

Ramón de Baños también dirigió algunas películas en solitario, como Carmen o la hija del contrabandista (1911), El padre Juanico (1923) y El acero libertario (1937), esta última ya sonora. Además, fue un innovador en el campo de los efectos especiales, creando trucos ópticos, animaciones, transparencias y otras ilusiones que sorprendían y fascinaban al público.

Ramón de Baños fue un operador de cámara de cine mudo español que dejó una huella imborrable en la historia del cine. Su talento, su creatividad y su pasión por el arte de la imagen le convirtieron en un referente para las generaciones posteriores de cineastas. Su obra es un testimonio de una época y de una forma de hacer cine que merece ser recordada y valorada.

Víctor García Poyatos

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