HABLANDO DE LUIS DUARTE(16)…

Cuento de Luis Duarte: Contraseña

Antonella no podía leer con comodidad: ese día la quimio había sido inclemente.

Además, el feroz traqueteo del tren la obligaba a cambiar todo el tiempo de posición.

Semanas atrás, cuando debió aceptar la fiel compañía de la enfermedad, confeccionó una lista de los libros que leería en el trayecto de ida y vuelta hasta el centro de salud.

Pasadas las primeras estaciones, el vagón se llenó de gente. Una ancha señora se sentó a su lado y se puso a tejer. Frente a ella, una parejita discutía acerca de un cumpleaños familiar, luego se quedaron dormidos con las cabezas pegadas.

Apareció un vendedor ambulante, apoyó un bolso en el piso y sacó un libro.  

—Buenas tardes, damas y caballeros —dijo sujetándose del pasamanos—. Disculpen la molestia, ante todo. Les pido dos minutos de su amable atención. En esta oportunidad…

            Antonella ni se inmutó, sacó de la cartera un nuevo pañuelo descartable para repasarse la boca y sonarse la nariz. Volvió a guardarlo en la cartera.

Mientras el vendedor enumeraba las cualidades de su producto, ella sufría con Juan Pablo Castex, justo en la parte en que tomaba el mismo ascensor que María Iribarne. Pero, cuando el vendedor alzó el timbre de voz, Antonella cerró el libro. Resopló. Miró el paisaje exterior. Y, segundos después, retomó la lectura.

            —Damas y caballeros —refirió el vendedor ambulante mientras agitaba el libro—. Acá está todo, se los juro. No tienen más que hacer esto —lo abrió— para reconocerse. Por más esfuerzo que hagamos por ignorarlo, siempre debemos arrastrar una verdad que nos consume. Dijo el apóstol Lucas —leyó—: “Enseñaba Jesús en una sinagoga en sábado, y había allí una mujer que desde hacía 18 años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer eres libre de tu enfermedad. Puso las manos sobre ella, y ella se enderezó al momento y glorificaba a Dios”.

            Antonella se arregló el pañuelo de la cabeza y levantó la vista. Qué extraño, se dijo. ¿De dónde conozco a este tipo?

            La del tejido dejó de tejer, y la parejita había despertado.

            —¡Ya estoy con usted, señor. ¡Damas y caballeros! —dijo el vendedor ya más cerca de ella—, por tan sólo cien pesos se harán acreedores de esta joya bíblica. Se los aseguro.

Pasó ofreciendo el libro entre los pasajeros. Nadie compró, ni siquiera lo miraron.

Con permiso, con permiso —iba diciendo, hasta que se topó con la mirada de ella.

El cuerpo de Antonella vibró como una cuerda del cosmos. Sintió que el estómago se le contraía hasta el tamaño del puño de un bebé. Pero, extrañamente, eso no lo generaba miedo, más bien un júbilo desconocido, abarcador.

Desesperada, hurgó y hurgó en la cartera sin dejar de mirar al vendedor que se le acercaba más y más.

            —Mujer —lo oyó decir—. ¿Vos sos Antonella?

            —S-sí —respondió ella.

            —Tomá —dijo él estirando el brazo—: este libro es para vos.

Luis Duarte, escritor argentino, con una vasta obra literaria. Nació en Lanús en enero de 1969. Estudió periodismo y fue conductor del programa “Mano y contramano”, en FM La Tribu 88.7 mhz. Actualmente conduce el programa de radio “El Quijote en el Parque”. Este cuento que compartimos pertenece al libro “Los guantes de Zaratustra”, 2018. Otros títulos son: “La herradura de Freud”, 2013. “Fósforos gemelos”, 2014. Reedición de este título en España, año 2016. “Latigazos del azar”, 2016, y “Rombos”, publicado en 2022 por Alción Editora. (Nota: “La herradura de Freud” se encuentra agotado).

Si querés leer más libros del autor, comunicate con la librería Libros de Papel. Por correo electrónico: librosdepapel2019@gmail.com.

Y en la página web: https://librosdepapel.com.ar

Para contactar al autor, hacelo a través de Spotify: Luis Duarte.

Youtube: Luis Duarte escritor. Facebook: Luis Duarte.

Fan page de Facebook: Luis Duarte escritor. O por correo electrónico: luisenriqueduarte@hotmail.com

Deja un comentario